Ayer noche, con mi mujer, asistimos a una manifestación contra el maltrato a la pareja, contra el abuso machista, contra la idea de que la mujer es inferior al hombre y contra la odiosa idea de que la mujer o los hijos nos pertenecen.
Cuando estaban diciendo los nombres de todas las mujeres asesinadas durante el último año por su compañero o ex-compañero, por llamarlos de alguna forma, recordé un texto, de cuyo autor no puedo acordarme, y que decía algo así:
“ A la mujer la hizo Dios de una costilla de Adán. De una costilla, que está debajo del brazo, no para que este la maltrate, sino para que la proteja; al lado de nuestro pecho en el que ofrecerle un reposo y aprender a reposar también con ella; al lado del pulmón, no para que este le grite, sino para que respire junto a ella, para que comparta el aire en el que juntos e iguales están; y junto al corazón, para que la quiera, para que la ame, como madre, como hija, como compañera de camino, de proyecto de vida, de trabajo, de ilusión…”
De alguna forma, quiero que en este día los hombres que lean alguno de mis blogs, le hagan un homenaje a todas las mujeres, maltratadas o no, que conviven con nosotros en este mundo, al la misma altura en el suelo, con el mismo sol sobre nuestras cabezas, iguales por todo y para todo. Y que de alguna forma sintamos que es mejor compartir sentimientos que machacarlos; que es mejor andar juntos que unos pisando a otros y que esta corta vida puede estar llena de momentos felices compartidos o vacía…
¡Es mejor un beso!