La siguiente imagen de un amanecer entre Dos Torres y Pozoblanco, en el Valle de los Pedroches. En los primeros días de septiembre de 2010.
Estos amaneceres son un regalo de la naturaleza si sabemos mirarlos. Vamos en el coche, andando, generalmente preocupados por el nuevo día de trabajo, o de escuela; y no solemos mirar al cielo. La naturaleza nos puede regalar mil y un amaneceres, todos distintos, de distintos colores y por lo tanto, con distintas emociones. Para los humanos el color significa emoción, calidez, frio, esperanza, etc. En general emociones positivas con las que podemos comenzar un nuevo día. No es lo mismo llegar al trabajo con cara de astio, cansancio, aburrimiento, o sueño; que, tras haber contemplado durante unos segundos, los suficientes, uno de estos amaneceres, llegar al trabajo llenos de esperanza, de calidez, relajados… Nuestro nuevo día comenzará y terminará distinto.
Como decía la madre de Manolito (Quino) cuando tenía que lustrar los zapatos de su hijo con pelo de punta, “…hay que aprovechar los recursos naturales”. El amanecer es uno de ellos. Disfrutadlo.
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